Autorización para salir del país: cuando nuestras vidas dependen de la voluntad de otro

Cuando se tiene un hijo con la persona que uno ama, todo parece perfecto, muchas veces no se considera la importante responsabilidad que esto significa, ni las múltiples obligaciones que surgen para los padres. Sin embargo, cuando la pareja se rompe y se acaba el amor, la separación ha sido especialmente dolorosa o conflictiva, sólo quedan los trámites legales para conseguir hacer valer nuestros derechos o conseguir el cumplimiento de dichas obligaciones. Nuestras vidas se trastocan y comienza un peregrinar por los Tribunales de Justicia, reclamando pensiones de alimentos, visitas o cuidado personal, puesto que el diálogo con el otro, para alcanzar un acuerdo, se torna imposible. Y no queda más opción que hacerse el ánimo, ya que aunque el otro padre, esté absolutamente ausente y hayamos decidido no pedirle nada, hay un momento en que inevitablemente necesitaremos hacerle una solicitud: si queremos salir con nuestro hijo del país.

La autorización para que un menor de 18 años salga del país, deben otorgarla ambos padres. Si ambos padres viajan con el hijo, bastará exhibir en Policía Internacional la libreta de familia que acredite la maternidad y paternidad. 

El problema se produce cuando sólo uno de los padres viaja con el hijo, en cuyo caso deberá acreditar el consentimiento de aquél que no viaja, para que el niño, niña o adolescente pueda salir de Chile. Normalmente, si la relación entre los progenitores es buena, la autorización no revestirá mayor dificultad, debe otorgarse ante notario y puede ser para un viaje en particular o, en general, para cualquier futura salida del país.

Pero, ¿Qué ocurre si el otro padre no quiere dar la autorización? O peor aún, ¿Qué ocurre si no se conoce su dirección y no tenemos forma de contactarlo? En este caso es necesario conseguir la autorización por parte del Tribunal de Familia. 

Veamos la primera situación: el otro padre se niega a dar la autorización. En este caso debemos tener en cuenta que, generalmente, la negativa se fundará en el temor que el hijo no retorne al país y la salida de Chile tenga el carácter de definitiva. Por ello, en la solicitud de autorización para salir del país se debe demostrar al juez que el viaje será transitorio, ojalá acompañando los pasajes de ida y vuelta, señalando los motivos del viaje (vacacionales, educativos, etcétera) y los beneficios que éste puede tener para el niño o niña. Será el juez, quien, en virtud de los antecedentes que se le presenten, otorgará o denegará la solicitud para salir del país, ponderando si la negativa del otro padre es o no justificada.

Si no conocemos el domicilio o no tenemos forma de contactar al otro padre para solicitar su autorización. En este caso, al ser presentada la solicitud, el juez oficiará a distintas instituciones a fin de averiguar el domicilio del progenitor y notificarlo. Si se logra su notificación, el padre o madre deberá asistir a la audiencia y puede consentir u oponerse a la salida del país del hijo. En este último caso se procede igual que en el caso visto anteriormente, resolviendo el Tribunal según el mérito de los antecedentes. Si no es posible contactar al otro padre, el juez suplirá su consentimiento otorgando o denegando la solicitud.

Algunos Consejos Útiles

Es importante tener en consideración que si el padre que se opone a la salida del país debe pensiones alimenticias, su opinión no será considerada por el juez. Por ello, evite las deudas por pensión de alimentos y recuerde que para exigir un derecho primero deben cumplirse las obligaciones.

Asimismo, considere que el procedimiento de autorización de salida del país ante los Tribunales de Familia, demora a lo menos un mes, dependiendo, entre otras cosas, de la agenda del Tribunal, la notificación a la otra parte, etcétera. Por ello, no espere hasta último momento para presentar la solicitud, hágalo tan pronto como el viaje esté confirmado y evite perder dinero en pasajes u otros.

Evite denegar la autorización por motivos infundados, dejándose llevar por rencillas o ánimo de venganza, esto podría volverse en su contra cuando quiera solicitar en el Tribunal un derecho lesionado justificadamente.

Por último, siempre tenga en mente el Principio del Interés Superior del niño, niña o adolescente, lo que implica que al momento de tomar decisiones sobre la vida de nuestros hijos, debemos hacerlo pensando en su bienestar y no en el nuestro, procurando su mayor desarrollo emocional e intelectual. Una buena relación entre los padres redunda en la felicidad de nuestros niños.